Norma Adriana Bianco nacida en Buenos Aires, Argentina.
Artista multidisciplinaria. Su formación plástica fue siempre acompañada por el movimiento, la danza, el teatro.
La obra se gesta a partir de un cuerpo afectado por una emoción, un estado.
Surge primero el movimiento que luego se expresa a través de colores y textos con carbonillas.
Estudió en la Escuela de Artes Visuales en Lomas de Zamora, donde vive. Completó su formación en los talleres de Jesús Marcos, Ernesto Pesce, Eduardo Stupía, Nestor Goyanes, María Emilia Marroquín.
En la actualidad realiza clínica de obra con Fabiana Barreda y Margarita García Faure.
Forma parte del Colectivo de Artistas Naturaleza Viva Arte bajo la curaduría de Fabiana Barreda, y de la Compañía Arazzo de teatro físico con la dirección de Ximena Romero.
“Ahora soy ligera, ahora vuelo, ahora me veo a mi misma pasar por debajo de mi, ahora un dios baila en mi.”
Acá estamos (Residencia de Arte NAT - 10/2023)
Algo me trajo hasta acá.
Las cuevas, fuerza poderosa.
Mi alma vibró cuando al entrar vi que estaban todos ahí.
Respiré, baile en la hierba.
Llegué a casa.
El ayer al lado mío cantándome en una ronda.
Me sumergí en las risas del viento, en la arcilla, en la piedra, en las aguas del mar, en la lluvia…
Lo inexplicable en la piel.
Recibí un mensaje:
“Anda segura por la vida que acá estamos.
Arriésgate, dalo todo, vuela con el viento.
Camines por donde camines encontrarás el cuenco de luz titilante.
Esa primera luz.
Niña joven, baila y crea.”
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El Comienzo (Huellas - 11/2022)
Espacio en blanco
Como con un colchón de experiencias bajo mis pies, siento pisar una vez más esta otra primera vez.
Surgen en silencio las memorias de cómo aprendí a construirme de a poco.
Se desenrollan papeles empapados de color; parecen ser testigos vivos que alivian mis sueños.
Hojas escritas, hojas pintadas, hojas en blanco.
Espacio blanco… blanco.
Lo toco, lo respiro, lo beso, lo muerdo, lo saboreo y hasta le hago el amor.
Escucho un susurro de promesas de cielos abiertos, de canciones nunca escuchadas, de otras manos, de otro latir… ¿Cuándo empezar? AHORA. Así, con estas ropas, con este andar, con estas pieles que asoman sin vergüenza.
Me veo parada en la punta de un trampolín y se despierta en mí el espíritu de la aventura.
Los dedos se deslizan y ensayan un nuevo ritmo.
Todo está cerca… tan cerca, a la distancia de un solo paso: el del COMIENZO.
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