Monique Baques

Monique Baqués

Monique Baqués, artista visual nacida en Argentina y actualmente radicada en Brisbane, emplea el lenguaje del color para transmitir emociones profundas, representar su mundo y narrar historias significativas. Su práctica artística gira en torno al medio del collage y el óleo sobre lienzo, ahondando en el juego de colores, formas y espacios.

Monique es licenciada en Bellas Artes por la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón en Buenos Aires, Argentina. Luego de su matrimonio a la edad de 25 años, se mudó a Chile, donde realizó un posgrado en Gestión de las Artes en la Universidad de Chile. A lo largo del viaje de su vida, se ha aventurado a Francia, los Países Bajos y Malasia, sumergiéndose en diversos encuentros multiculturales que han enriquecido sus actividades creativas. En 2012, Monique y sus tres hijos pequeños se establecieron en Australia.

Con una amplia gama de exhibiciones en Argentina, Europa, Asia y Australia, Monique Baqués se ha ganado un seguimiento global de coleccionistas que aprecian su trabajo. Obtuvo reconocimiento por ganar el concurso de diseño de Oxfam por sus postales de 2004 en La Haya, representó a Argentina en la prestigiosa Art Expo Malaysia 2010 y, más recientemente, fue seleccionada por el Ayuntamiento de Brisbane para exhibir sus cautivadoras colecciones, Abstract Journey y Paraíso, en la plaza de su ciudad.

Capas  (Residencia de Arte NAT - 05/2023)


Soy la cueva enigmática, sin descubrir,

Envuelta en capas, un enclave misterioso.

Reflexiono con intriga, qué secretos se encuentran dentro,

¿Qué maravillosos tesoros alberga esta caverna?


Capa tras capa, cubrí el dolor, encapsulándolo en máscaras. Más profundo y más fuerte cada vez. Me convencí a mí misma de que era solo para protección. Pero mi alma se durmió. Silencié mis sentimientos, y poco a poco me hundí en una profunda soledad. Otra capa, otra máscara. Oculté traumas, oculté miedos. Atrapada y desconcertada, continué. Desaparecí, ya no me podía ver. Yo era invisible. Tantos años y demasiadas capas. Tomé una respiración profunda. Me armé de valor y comencé lentamente. Con nerviosismo, comencé a quitarme las máscaras una por una. El dolor subió a la superficie. Mis manos temblaron.

Me liberé. Y volví a respirar, pero esta vez con una inmensa sensación de libertad.

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